"A finales de 1876, el profesor Franz Boll (1849-1879) descubrió que la capa externa de la retina posee un color púrpura. Halló que esta superficie se blanqueaba al ser expuesta a la luz, pero retomaba su color original en la oscuridad. Este color púrpura, que Boll llamó sehpurpur (púrpura del ojo), desaperece inmediatamente después de la muerte"
lunes, 22 de diciembre de 2014
1999
Etiquetas:
Azul místico,
Belleza efímera,
circunstancias,
luz,
Miedo de fondo,
soledad,
sonidos,
Sueño
martes, 9 de diciembre de 2014
Ao largo...
ao que já deixou
ninguém larga a grand roda
ninguém sabe onde é que andou
Ai que ninguém lembra
nem o que sonhou
(e) aquele menino canta
a cantiga do pastor
a cantiga do pastor
Ao largo / ainda arde...
a barca / da fantasia
e o meu sonho acaba tarde
deixa a alma de vigia...
a barca / da fantasia
e o meu sonho acaba tarde
deixa a alma de vigia...
E o meu sonho acaba tarde
acordar é que eu não queria.
(Madredeus: O pastor, 1990).
martes, 2 de diciembre de 2014
Flores en sombra
OFELIA. Guardo, señor, de vos unos recuerdos / que hace tiempo deseo devolveros. / Admitidlos ahora, os lo suplico.
HAMLET. No, no; yo, no. Nunca os he dado nada.
OFELIA. Respetable señor: sabéis muy bien / que me los disteis, y también, con ellos, / frases compuestas con tan suave aliento, / que más acrecentaban su riqueza; / perdido su perfume, recogedlo / otra vez que, a los nobles pareceres, / pierden valor las dádivas más ricas / cuando el dador no muestra ya su afecto. / Tomad, señor.
HAMLET. No, no; yo, no. Nunca os he dado nada.
OFELIA. Respetable señor: sabéis muy bien / que me los disteis, y también, con ellos, / frases compuestas con tan suave aliento, / que más acrecentaban su riqueza; / perdido su perfume, recogedlo / otra vez que, a los nobles pareceres, / pierden valor las dádivas más ricas / cuando el dador no muestra ya su afecto. / Tomad, señor.
Kula Shaker: Ophelia------>[VER/ESCUCHAR]
Dulce Ofelia... te dicen que dejes las flores
Ningún hombre, te dicen, por más rey o príncipe que sea
Ningún hombre, dulce Ofelia, ha de mudarte el camino
Hay una senda intermedia, entre esos dos claros del bosque
allí nacen las más bellas flores: en sombra
Acude a su encuentro, Ofelia, y verás que fueron flores
nacidas de la Luz
Suscribirse a:
Entradas (Atom)