Aun visualizándolo, cree que nunca podrá llegar a puerto. Puerto Metafísico, se dice. En mi mente, casi todo es irrealizable, como una densa niebla que destiñe colores y hace inverosímil la forma de cualquier objeto cercano...
Interpone una barrera translúcida entre los propósitos postergados y su capacidad de acción. Se confecciona laboriosamente todo un repertorio de angustias y excusas, a modo de muro de contención, para no darse de bruces con las promesas delirantes que un día se lanzó a la cabeza. Ya no me creo, repite desganado. Nada. Pero al mismo tiempo, vuelve a pegar con cinta adhesiva esas ocurrencias sobre el entramado de su muro de contención. Cada día se asemeja más este muro de papel a una pared. Ahora solo queda pintar una puerta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario